En las sutilezas también habita Dios
Alguien
una vez me preguntó que cuáles eran mis más apreciados disfrutes. Que cómo
hacía para no amargarme con la realidad
social circundante que pretendía
envolver a todos con un manto gris de pena y desesperanza.
Yo, con
total honestidad desde mi alma, le respondí lo siguiente:
-De vez
en cuando, me deleito con el olor de la concha de la Mandarina. Ese perfume tan
cítrico y oleoso que de ella se desprende, es un regalo inigualable e impregna
de naturaleza viva mi sentir, mi alma y mi ambiente…¡Qué ricas y bellas son las
Mandarinas!
-Me
encanta escuchar la risa de mis hijos cuando juegan o bromean juntos…Ahora ya
son grandes y me alegra tanto observar en sus actos el cariño de hermanos que
se tienen…Aún ríen juntos, se apoyan y muestran respeto el uno al otro…Cantan
juntos canciones que inventan para sus novias y me abrazan y me besan como cuando eran pequeños…¡Qué
dicha me dan!
-Disfruto
comer un plato de comida hecho por mi Madre y escucharla cantar canciones de
boleros románticos, mientras cocina. Ella tararea las letras que olvida y su
voz de mezzosoprano se hace Una con los olores que salen de su cocina…Es la
Artista que más admiro porque aún, en mi edad madura, me sigue nutriendo con su amor de mil maneras.
-Me
maravilla escuchar los cuentos de mi Papá sobre sus recuerdos cuando era
chiquito. ¡Es un goce que no tiene precio!...Me río y me sorprendo aún por los
mensajes tan valiosos que me entrega en cada relato. Mi mamá -en secreto- me
dice que algunos cuentos los inventa y Yo… ¡a carcajadas me río más todavía!...¡Dios
bendiga la Vida que aún tienen mis Padres!
-En la
tarde, me encanta contemplar los colores matizados del ocaso. Ese momento es
extraordinario porque la belleza de los colores entremezclados en el Cielo,
disipa el ruido de mi mente cuando llego de un agitado día de trabajo.
-Busco
ver la Luna llena cuando aparece tan luminosa tras el patio de mi casa, en ese
cielo nocturno de Diciembre…¡Es una belleza!
-Disfruto
oír a lo lejos al Pregonero que pasa por mi calle los días sábados vendiendo su
“pan dulce de receta andina para acompañar el cafecito de la tarde”…Es un joven
muy cortes, padre de familia, simpático, trabajador, creativo y muy servicial…¿Cómo
no comprarle con gran gusto su exquisito pan dulce y honrar así su dedicado esfuerzo?
-Cuando
la cálida noche me acompaña, escribo algunos versitos que al día siguiente se hilan
para tejer un Poema…Mis Amigos/as me los celebran y yo me digo que no sé hacer
bien los Sonetos…Pero igual me entusiasmo y me digo: “mañana haré un gran
Soneto”, ¡aunque solo sea para darme ánimo yo solita!...Con eso se me quita la
inseguridad y dejo que mis versitos sigan naciendo espontáneos cada vez que
quieran…
- Me
gusta la luz solar que entra por mi ventana cuando amanece. No me molesta. ¡Al contrario!.
Me despierta y entrega su energía llenándome de Vida.
Así
pues, ésto y otras cosas más respondí a tan particular pregunta.
Yo
pienso que tantas cosas sutiles pasan cada día y no las notamos, o las
obviamos, las ignoramos por diferentes motivos. Pero creo que el motivo
principal de no poder apreciarlas es esa desconexión con nosotros mismos, con
lo que somos en esencia. Es una desconexión de nuestro propio Ser.
El Ser
Humano contemporáneo vive bombardeado y encapsulado en la tecnología. Ha ido
perdiendo esa capacidad natural de observación, de disfrute de la simple
contemplación que otrora nuestros ancestros sí tenían. Al Ser Humano actual le cuesta ver los
pequeños y simples detalles, esas sutilezas que son parte de nuestra propia
vida, que están allí en nuestra cotidianidad, que se presentan para hacer la
diferencia, para iluminar la Consciencia, para
despertar el Espíritu, para que apreciemos nuestra propia y particular
existencia.
Así
que, cuando todo a tu alrededor pinte de gris tu paisaje, cuando en tu vida
sientas que todo está perdido, OBSERVA, CONTEMPLA, MIRA DE NUEVO LO DE SIEMPRE
CON OTROS OJOS, y te darás cuenta, como yo, que en cada detalle de tu día a
día, en cada aparente gris está siempre escondido un bello Arcoíris.
Finalmente
creo, que así como no se puede ocultar el Sol que levanta cada mañana, así los
detalles más pequeños se presentan para hacer la diferencia en tu Vida, porque… en las sutilezas, ¡también habita Dios!.
Autora:
Elcira Martínez Chacón
Abril de 2014
VENEZUELA
Sutileza: aquí se entiende como “delicadeza, cualidad de lo que es fino, tenue, sutil,
leve o poco perceptible”.
Fuente: Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe.
Fuente: Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe.